Olivier Levasseur – El Criptograma del Tesoro

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«¡Que encuentre mi tesoro, el que pueda entenderlo!»

Están son las palabras que el Olivier Levasseur lanzo al mundo antes de ser colgado de una soga el 7 de Julio de 1730.  Sus palabras fueron acompañados de lo que hoy es uno de los mayores misterios y búsquedas de tesoro, y que se conoce como el Criptograma de Levasseur. A día de hoy nadie ha sido capaz de descifrar con éxito lo que este pirata francés dejo al mundo. Pero sería justo primero hablar de quien fue, Olivier Levasseur.

El pirata Olivier Levasseur

Nos encontramos ante un pirata que nació en 1688 en el seno de una familia humilde. Su madre falleció al darle a luz, y mientras su padre estaba en la mar, quedo a cargo de una abuela suya. Una vez comenzó a vivir con su padre aprendió el oficio de marinero y comenzó a navegar en el barco “Reine des Indes”.

Durante la Guerra de Sucesión Española obtuvo una patente de corso del rey Luis XIV y se convirtió en corsario, pero al mando de la corona francesa hasta que en 1714 el propio monarca dio por concluida la guerra y decreto el final del corso. Terminada esta debía volver a casa, pero en cambio se unió a la tripulación de Benjamin Hornigold, un famoso pirata en cuya tripulación se encontraba Edward Thatch, que posteriormente sería conocido como Barbanegra, uno de los piratas más famosos de toda la historia de los siete mares.

Pero lejos de quedar eclipsado por sus compañeros de piratería, Levasseur empezó a hacerse un nombre dentro de los piratas. Se le conocía como La buse (el Halcón) por su rapidez en el ataque y por el parche que llevaba en un ojo.

Finalmente en 1721 junto al pirata John Taylor realizo el golpe que mayor fama le dio y que posteriormente movería a un número indeterminada de marineros, aventureros, y estudiosos en post de su tesoro. Ambos piratas asaltaron el mayor buque portugués de toda la flota, el “Nossa Senhora do Cabo”. Más que un golpe o un abordaje recordado por el resto de los tiempos, fue una casualidad del destino.

El barco portugués tenía nada más y nada menos que 74 cañones por los 26 que tenía el barco de ambos, pero debido a una tormenta por la que había pasado el barco portugués y que obligo a la tripulación a deshacerse de los cañones para que el barco no se hundiera, los piratas capturaron el barco sin necesidad de disparar una sola bala. Fue como si el barco fuera puesto delante de ellos para que lo tomaran. 800 toneladas de navío, llenas de oro, plata, diamantes, joyas, objetos religiosos y otras piedras preciosas y obras de arte que a día de hoy se estimarían en 100 millones de libras. Los piratas se repartieron el botín equitativamente entre la tripulación pero como era lógico, Levasseur y Taylor se quedaron con la mayor parte del reparto.

Tras esto realizaron un par de golpes juntos, hasta su superación que llevo a La buse, como era ya más conocido a partir hacia Madagascar, a la bahía de Antongil. A partir de ese momento el pirata intento simplemente vivir de su renta y del botín obtenido con el barco portugués hasta el final de sus días. Por desgracia para él, el gobierno de su país no estaba por la labor y fue capturado ocho años más tarde en la isla de Bourbon, en 1730. Su sentencia fue la pena de muerte, algo normal para los acusados de piratería en aquella época. Lo que no sería tan habitual es lo que ocurrió el día de la ejecución, el 7 de Julio de ese mismo año.

El Criptograma de Levasseur

La sentencia lo condeno a morir en la horca, pidiendo antes perdón al rey y a la iglesia por sus actos (cosa que no se sabe si llego a realizar pues no hay constancia), en la propia isla donde fue capturado. La multitud que allí vivía acudió como de costumbre a este tipo de actos, lo que no esperaban era lo que el pirata estaba a punto de depararles. Antes de morir, y con la soga ya en su cuello lanzo desde un patíbulo un trozo de papel que llevaba entre sus ropas y grito:

Mes trésors à qui saura comprendre!

Lo que se podía encontrar en ese pedazo de papel era lo siguiente.

Criptograma Olivier Levasseur - Sendas del viento

Criptograma Olivier Levasseur

El texto cuenta con una serie de caracteres (algunos son símbolos templarios) y coordenadas aparentemente, que se pueden traducir gracias al vocabulario del propio utilizaba Levasseur. Pero una cosa es poder y otra que se haya conseguido realizar ya que a día de hoy, nadie ha sido capaz de encontrar el tesoro del pirata Olivier Levasseur y descifrar el criptograma.

Varias son las islas que se han asociado al tesoro de este pirata, e incluso se afirmaba que en la que se encontraba realmente el tesoro por el propio documento estaba situada en el océano índico, si bien nadie la ha encontrado todavía. En 1923 se encontraron documentos que asociaron el tesoro a una isla en las Seychelles. Posteriormente en 1947 también se le asocio de nuevo con las Seychelles, en este caso en concreto con la isla de Mahe, donde se encontraron algunas monedas, armas y un sarcófago pirata aunque nunca se puedo establecer la relación con el tesoro oculto de Levasseur. Y ahí sigue a día de hoy, oculto en alguna parte del mundo, esperando aquel que pueda entender el criptograma y sea digno de él.

William Kidd y Olivier Levasseur son solo algunos casos de piratas que se recuerdan no solo por su vida, sino también por lo que dejaron tras ella. La búsqueda de un tesoro que espera en alguna isla, costa o lugar en el mundo, y que quien sabe si alguien encontrará jamás.

En busca…¿del One piece?

Casualidades de la vida, como las que llevaron a Levasseur a encontrar Nossa Senhora do Cabo, hacen que este nombre no sea solamente famoso por su vida y tesoro, también hay otra cosa a destacar con este nombre. Quizás a los más jóvenes o propensos a las series y la televisión, el final de este pirata les pueda recordar el inicio de cierta historia de la animación japonesa que es sin duda alguna una de las más famosas hoy en día, y probablemente ya tiene un hueco en la historia. Estamos hablando de One Piece.

Como si una fuente de inspiración para su autor Eiichiro Oda pareciera haber sido, las palabras que este lanzo antes de morir, recuerdan mucho a las pronunciadas por el pirata Gold Roger dentro de la obra:

¿Mis riquezas y tesoros? Si lo quieren es suyo, ¡búsquenlo! Lo dejé todo escondido en «ese» lugar.

Pero esto no es lo único que asemeja estas dos historias. En primer lugar, el tesoro del propio Gold Roger está valorado también en 100 millones de libras como el de Levasseur y además en la propia historia que da origen a la localización del tesoro nos encontramos con unos textos conocidos como Poneglyph que no son otra cosa que también criptogramas que parecen contener pistas sobre la localización del tesoro enterrado por Gold Roger, entre otras cosas.

Coincidencia o no, lo que diferencia a uno y otro a ciencia cierta, es que si bien el One piece es buscado por piratas en la ficción, en este siglo, ya no están esos hombres surcando los mares y buscando el tesoro de Levasseur. Quién sabe lo que ocurrirá en unos años más adelante.

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Categoría:
  Historia
Sobre el autor

Francisco José Guerra

Ingeniero informático de formación, pero SEO de profesión. Desde pequeño, cada curiosidad o historia que me llamaba la atención, fue haciéndose un hueco en mi cabeza. Y aquí es donde las dejo por escrito.

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