Tauro – Constelaciones del Zodiaco
La constelación de Tauro (o Taurus), es la segunda dentro del grupo de constelaciones del zodiaco, y la que sigue a la constelación de Aries. Es una de las constelaciones más importantes del firmamento por las estrellas que la componen como Aldebarán (el ojo rojo del toro) y las formaciones de las Pléyades y las Híades.
En un primer momento Tauro aparecía en el firmamento a partir 21 de Abril, de ahí su fecha dentro del calendario Zodiacal. Sin embargo debido al conocido movimiento de precesión de los equinoccios, es la propia Aries quien ocupa parte de lo que al principio era Tauro y actualmente está aparece en el firmamento a partir del 14 de Mayo. Con la aparición constelación de Ofiuco se reordeno el calendario Zodiacal y actualmente Tauro es acorde a su posición en la que el sol brilla sobre ella, desde el 15 de Mayo al 21 de Junio.
La constelación de Tauro en el cielo
Tauro es una constelación situada al noroeste de Orion, una de las constelaciones más grandes y perceptibles en el cielo. Mientras que al Sudeste podemos encontrar la constelación de Auriga. Dentro de las otras constelaciones del zodiaco, se encuentre entre Aries que está en su Oeste y Geminis, que la podemos encontrar al Este.
Teniendo en cuenta la posición cercana de la constelación de Orion y que su estrella principal Albebaran es una de las más brillantes del firmamento, hacen que la constelación de Tauro sea relativamente sencilla de encontrar en el cielo.
Dentro de la figura del animal, esta se representa con la mitad superior del animal. Los cuernos son las estrellas que llegan hasta casi la constelación de Auriga, mientras que la cara lo forman las Híades. Su estrella principal Aldebaran es lo que sería el ojo del animal mientras que las que se encuentran más próximas a Aries, formarían el final de las patas del mismo. Finalmente la posición de las Pleyádes determina el final de la parte superior del cuerpo del animal.
El Signo de Tauro – El toro en la mitología
El mito de la constelación de Tauro podemos encontrarlo en varias de las mitologías más conocidas como la mitología griega, la mitología egipcia, o la mitología romana. También aparece en la historia mesopotámica, relacionada con el gran héroe Gilgamesh. El punto en común de todas ellas, es como no podía ser de otra forma, la figura de un toro.
Comenzando por la más conocida, está nos traslada a la mitología griega. Zeus se enamora de la joven Europa, hija de Agenor, rey de Tiro y Telefasa. Para captar la atención de la joven, Zeus se transforma en un toro de color blanco. Para que su plan funcione ordena a Hermes que envíe el ganado de Agenor a la costa de Tiro, donde la joven suele encontrarse. De esta forma Zeus se camufla entre el ganado y capta la atención de la joven con su belleza y mansedad.
Cuando la joven, confiada sube a lomos del toro, este comienza a correr y zambullirse en el mar hasta llevarla a la costa de creta donde la hace suya. De esa unión nacerían tres hijos, Minos, quien posteriormente se convertiría en el rey de Creta, Radamantis y Sarpedón.
Existe otra versión dentro de la mitología griega sobre la constelación de Tauro, donde Ío, una sacerdotisa de Hera se enamora de Zeus por culpa de un hechizo de Iinge. Tras hacer suya a la sacerdotisa la convirtió en una vaca para que Hera no pudiera descubrirles, pero no fue suficiente y Hera descubrió el engaño y exigió que se le entregara a la vaca en que Ío se había convertido. Finalmente, y tras ser liberada del encierro la sometió Hera, Zeus le devolvió su forma humana con él que finalmente tuvo un hijo, Épafo. En su muerte, fue deificada por Zeus, quien la ascendió al cielo.
Por su parte la mitología Egipcia la asociación a los dioses Osiris e Isis, representado por un dios mitad toro y mitad vaca, respectivamente. Finalmente la mitología romana lo asocia con el dios Baco, el dios del vino. Durante las bacanales, un toro cubierto de flores escolta a unas jóvenes que bailan y representan a las Pléyades y las Híades.
Mención aparte merece la aparición del Toro dentro de la epopeya de Gilgamesh. En el relato la diosa Inanna declara su amor por Gilgamesh, pero es rechazada. Enfurecida por ello envía al Toro de las tempestades para matarlo, a este y a su amigo Endiku. Ambos logran matar al toro, pero los dioses les castigan y acaban con la vida de Endiku.
Las pléyades y las Híades
Dentro de la constelación de Tauro existen dos nebulosas de estrellas muy importantes, las pléyades y las Híades. Dos cúmulos abiertos de estrellas que se encuentran dentro de la propia constelación. Ambas tienen también un lugar importante dentro de la mitología griega que da origen a sus nombres.
Las pléyades son las siete hijas del titán Atlas y la ninfa Pléyone. Las pléyades fueron ninfas de Artemisa y tuvieron relación con varios de los dioses del olimpo con los cuales tuvieron varios hijos. Sus nombres eran:
- Maya
- Celeno
- Alcione
- Electra
- Estérope
- Táigete
- Mérope
Su nombre de pléyades puede venir por en el griego Πλειάδες o Pleiades, quiere decir hijas de Pléyone o bien por πλεϊν, que significa navegar puesto que son un grupo de estrellas visibles en las noches de verano en el mar del mediterráneo durante el verano, lo que coincidía con las épocas de navegación en la antigüedad.
Por su parte las Híades son las ninfas creadoras de lluvia. Son también hijas de Atlas, pero su madre es Etra, una de las oceanides. Fueron las que cuidaron a Dionisio, el hijo principal de Zeus cuando era joven. En gratitud, Zeus las ascendió al cielo a todas ellas. Otro mito cuenta que los dioses se compadecieron de ellas cuando lloraron desoladas la muerte de su hermano Hias, y que por eso aparecen en el firmamento en las temporadas de lluvia, porque siguen todavía llorando su muerte.
Su número total es incierto, dependiendo el periodo y el texto varían desde tres hasta quince. Los nombres que se les atribuyen con mayor frecuencia son:
- Ambrosia
- Eudoria
- Féside
- Coronis
- Polixia
- Fea
- Dioné
- Cleeía
Estrellas principales de Tauro
Una estrella destaca por encima del resto de ellas, y no es otra que Aldebarán. Su nombre significa en árabe “seguidor”, esto es debido a que aparece inmediatamente a continuación de las pléyades. Es llamada también el ojo rojo del toro, por su posición dentro de la constelación y su color anaranjado. Otro de los nombres con los que se la ha conocido es como la de Oculus Astralis (Ojo del sur).
Estamos ante la 13ª estrella más brillante del cielo nocturno, con una magnitud visual superior a 0.85. Es 425 veces más luminosa que el sol, pero su masa únicamente es un 1,7 superior lo que hace que su densidad sea increíblemente baja en comparación con nuestra estrella solar. Pero Aldebarán no es un una estrella simple, sino binaria, con una estrella que también orbita junto a ella llamada Aldebarán B, mucho más pequeña que la principal.
La segunda estrella más brillante de Tauro es Elnath. Es una de las dos estrellas que forman lo que serían los cuernos de la constelación, junto a ζ Tauri. Su nombre también hace referencia a esta posición, ya que proviene también del árabe an-naţħ y significa “el que da cornadas”.
Se trata de una gigante azul con una luminosidad 700 veces mayor que el sol, mientras que su masa es 4,5 veces la de este.
Otro elemento a destacar dentro de la constelación es la nebulosa cangrejo (o nebulosa M1), resultado de la explosión de una supernova presenciada por astrónomos de oriente aproximadamente en el siglo XI. Este tipo de nebulosas se les conoce también como remanentes de supernova. En el centro de la misma se encuentra un pulsar que gira sobre sí mismo a 30 revoluciones por segundo, emitiendo pulso desde radiación gamma a ondas de radio. Su diámetro es de 10 años luz.
Finalmente algunas otras estrellas que podríamos destacar dentro de Tauro son:
- γ Tauri (Hyadum I): En las Híades y la más brilante de ellas
- θ Tauri: En las Híades, formada por dos estrellas de color naranja y blanco
- Epsilon (ε) Tauri: En las Híades, y donde se ha descubierto un planeta extrasolar.
- η Tauri (Alcíone): La más brillante de las Pléyades
- Lambda (λ) Tauri: Una estrella triple
- Kappa Tauri: Una estrella multiple, formada por al menos seis estrellas.
En las sendas del viento seguimos queriendo mostrar cada una de las constelaciones que forman nuestros signos del zodiaco. Esta es la segunda de ellas, Tauro, que sucede a Aries en el firmamento celeste. Todavía nos quedan diez más que conocer en próximas fechas, pero la historia se sigue escribiendo paso a paso.
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