Guan Yu – El guerrero que atravesó cinco puertas y mato a seis generales
La historia china está llena de personajes, batallas y eventos que bien podrían llenar un libro entero, o varios. Realmente este es el caso de la época conocida como los Tres Reinos, donde en el libro El Romance de los Tres Reinos[, podemos encontrar los hechos de tan increíble época histórica china. Entre estos personajes históricos encontramos a Zhuge Liang y a quién nos ocupa en este artículo: Guan Yu.
¿Quien era Guan Yu?
Guan Yu fue un general del reino de Shu bajo el mando de Liu Bei, lugar donde también conoció a Zhang Fei, amistad que les llevo a realizar un juramento de hermandad en un jardín de melocotoneros jurándose lealtad hasta la muerte.
En una primera etapa, cuando Liu Bei todavía era una figura menor dentro del panorama político chino, fue tentado por Cao Cao, rey soberano del reino de Wei y figura principal de la época de los Tres Reinos para unirse a su causa.
Fue tentado con oro, plata, regalos e incluso un magnifico caballo de guerra, pero Guan Yu siempre fue fiel a Liu Bei al cual prometió encontrar para luchar y morir por el tal y como había previamente jurado. Pero antes de ello decidió pagar la deuda adquirida con Cao Cao así que lucho a su lado, derribó a poderosos rivales de este y entonces una vez pagada su deuda decidió partir en búsqueda de Liu Bei ante lo cual Cao Cao, admirado la rectitud y honor de Guan Yu, le dejo partir y prometió no perseguirle.
Al partir en búsqueda de Liu Bei y también de Zhang Fei quienes se habían reagrupado a más de 500 kilómetros, se llevó consigo a dos de las esposas de Liu Bei se autoproclamo protector y escolta de las mismas. Pero para llegar a su destino había que superar cinco grandes fuertes cerrados antes de reunirse con sus hermanos de juramento.
Los tres reinos
La era de los Tres Reinos es una de las épocas más complejas y épicas de la historia china, y Guan Yu fue una figura clave en sus desarrollos. Nacido en un periodo de constantes conflictos entre los reinos de Wei, Shu y Wu, Guan Yu se convirtió en un símbolo de lealtad y valentía. Junto a Liu Bei, su jurado hermano, y Zhang Fei, se comprometió a restaurar el honor y la justicia en una China dividida por la guerra.
A lo largo de sus campañas militares, Guan Yu se distinguió por su inteligencia estratégica y su habilidad en combate, especialmente en el uso de la Guandao o «Cuchilla de Media Luna», un arma imponente que le permitió obtener numerosas victorias en batallas decisivas. Sin embargo, su rol no se limitó a la batalla; también actuó como protector y representante de los valores de justicia y lealtad dentro del estado de Shu.
Su más famosa hazaña fue la Batalla de Fancheng, donde Guan Yu, a pesar de estar superado en número, lideró a sus tropas con una determinación feroz, infligiendo grandes pérdidas al enemigo. Esta hazaña le valió el título de «Dios de la Guerra» y consolidó su imagen como un guerrero casi invencible. Sin embargo, la historia de Guan Yu no estuvo exenta de traiciones y conflictos. Su captura y posterior ejecución en 219 d.C. marcaron un punto de inflexión en la guerra, y su muerte, rodeada de misterio y lealtad inquebrantable, lo convirtió en un mártir y en una leyenda.
Para los chinos de esa época y las generaciones venideras, Guan Yu no solo fue un guerrero. Su figura encarna los ideales de la ética confuciana y representa un estándar inalcanzable de lealtad y deber que ha perdurado a lo largo de los siglos.
El gran guerrero del reino de Shu
En su viaje, y sin ningún tipo de ayuda más que la de su fuerza e increíble habilidad, que lo convirtieron en el héroe más famosos y leal de la época, atravesó los fuertes que se encontró a su paso, y derroto a los seis generales que los custodiaban. Finalmente llegó a su destino, reuniéndose con sus hermanos.
De este viaje y batallas de Guan Yu nace el dicho chino de “Pasar cinco portones y matar a seis generales», con el que podemos decir que no importa los muros se nos presenten, hay que enfrentarlos con valentia y superarlos todos para tener éxito en la vida. Que cada piedra que superemos en el camino, solo nos hará más fuertes.
Simbolismo de la lealtad y la justicia
Guan Yu no solo fue un destacado general en la guerra, sino también un modelo de lealtad y justicia, valores profundamente apreciados en la cultura china.
Desde el periodo de los Tres Reinos hasta la actualidad, su imagen ha sido utilizada para recordar los principios de rectitud y fidelidad hacia el deber y los ideales. A diferencia de otros guerreros, su fama no deriva únicamente de sus hazañas en combate, sino de su incorruptible sentido de la justicia, el cual ha inspirado no solo a soldados y líderes, sino a todos aquellos que buscan vivir con integridad.
Los templos dedicados a Guan Yu a menudo muestran su figura con una mirada severa y majestuosa, sosteniendo la Guandao, símbolo de su poder.
Esta representación de Guan Yu es una clara manifestación de su papel como guardián de la justicia, y muchos comerciantes y funcionarios colocan su imagen en sus establecimientos como un amuleto de protección y de honestidad. Incluso en tiempos modernos, su espíritu es venerado en diversas festividades y rituales, y es considerado un patrono de los profesionales de la justicia, desde abogados hasta jueces.
A través de la historia, Guan Yu ha sido idealizado como un héroe cuyo compromiso inquebrantable hacia la verdad y la lealtad resuena aún en las generaciones contemporáneas. Su leyenda continúa siendo una advertencia y un recordatorio de que el honor y la justicia son valores que deben defenderse, incluso a costa de la vida misma.
La figura de Guan Yu
En honor a este héroe del periodo de los Tres Reinos, en la ciudad de Jingzhou se ha alzado en Julio de 2016, una enorme estatua del gran guerrero Guan Yu. Con una altura de 58 metros y que pesa más de 1320 toneladas. El pedestal está construido sobre un antiguo buque de guerra en el que Guan Yu se encuentra subido con su lanza como si esperará a los enemigos que vengan a enfrentarle.
Sendas del Viento. Historias y personajes que pudiste oír, pero nunca llegaste a escuchar.
