El último duelo con Espadas de 1967
El último duelo con espadas oficial en Francia, un evento que ocurrió en 1967, es una historia que te dejará sin aliento. Imagina un escenario en el que dos hombres se enfrentan en un duelo a muerte, con la intención de defender su honor y su dignidad. Esta práctica, que fue común en el pasado, parece hoy en día algo inhumano y bárbaro, pero en su momento fue considerada una forma de resolver conflictos y demostrar valentía.
En este artículo, exploraremos la fascinante historia del último duelo oficial en Francia, y cómo este evento marcó el fin de una era en la que la violencia y la muerte eran aceptadas como formas de resolver disputas.
¿Por qué se celebraban los duelos?
El duelo tiene sus raíces en la Edad Media, cuando los caballeros se enfrentaban en combates singulares para resolver disputas y demostrar su valentía. Con el tiempo, esta práctica se extendió a otras clases sociales, y se convirtió en una forma común de resolver conflictos entre hombres de honor.
El duelo se consideraba una forma de defender el honor y la dignidad, y aquellos que se negaban a participar en uno eran considerados cobardes. En la época del último duelo oficial en Francia, esta práctica ya había sido prohibida en muchos países, pero todavía se consideraba una forma aceptable de resolver disputas en algunos círculos.
El último duelo oficial
El último duelo oficialmente reconocido en Francia se celebró el 21 de abril de 1967 y enfrentó a dos figuras políticas de primer nivel: René Ribière, diputado gaullista, y Gaston Defferre, diputado socialista y alcalde de Marsella.
Aunque los duelos estaban prohibidos desde inicios del siglo XX, en ciertos círculos políticos y militares todavía persistía el llamado “código del honor”, que permitía resolver ofensas graves mediante un enfrentamiento ritualizado. Este duelo en particular se convirtió en un acontecimiento histórico por ser el último ampliamente documentado por la prensa y registrado en los archivos institucionales.
El origen del conflicto se sitúa en la Asamblea Nacional, durante un debate especialmente tenso. En un momento de la discusión, Gaston Defferre interrumpió a Ribière con la expresión “Taisez-vous, abruti!” (“¡Cállese, imbécil!”), una ofensa considerada extremadamente grave dentro del protocolo parlamentario francés.
De acuerdo con la tradición todavía viva en algunos sectores, René Ribière exigió una disculpa formal para restaurar su honor. Cuando Defferre se negó a retractarse, Ribière decidió lanzar un reto a duelo, una práctica casi inexistente en la Francia moderna, pero aún reconocible en los códigos sociales de la élite política de la época.
El duelo se organizó siguiendo las normas clásicas de los enfrentamientos de honor. Se escogió una propiedad privada en Neuilly-sur-Seine, perteneciente al político Jean de Lipkowski, con el fin de evitar interferencias policiales. Ambos duelistas acudieron acompañados de sus “padrinos” y bajo la supervisión del maestro de armas Jean-François Faure, encargado de garantizar que el combate se realizara con corrección técnica y bajo reglas estrictas.
El arma elegida fue el florete, símbolo histórico de los duelos de esgrima franceses. También se contó con la presencia de médicos y testigos, tal como estipulaba la tradición del duelo regulado.
El enfrentamiento fue breve pero intenso. Se realizaron dos asaltos, durante los cuales René Ribière recibió dos heridas leves, suficientes, según el código del duelo, para declarar la victoria de Gaston Defferre. La obtención de dos toques válidos se consideraba un indicador claro de superioridad y permitía poner fin al combate antes de que las lesiones fueran graves.
Tras detenerse el combate, ambos políticos se estrecharon la mano, dando por concluido el incidente y declarando el honor restituido, tal como marcaban las costumbres antiguas.
¿Qué ocurrió tras el duelo?
Este episodio tuvo una gran repercusión pública y política. La prensa nacional, como Le Monde y la ORTF, cubrió el acontecimiento con detalle, sorprendida por la supervivencia de una práctica considerada perteneciente al pasado. Los archivos de la Asamblea Nacional también recogen referencias al incidente, dado que tuvo su origen en una sesión parlamentaria. La historiografía posterior, en particular autores como François Billacois en Histoire du duel en France, lo identificó como el último duelo de honor “oficial” realizado en territorio francés, un símbolo del final definitivo de una tradición que había marcado durante siglos la vida política y social del país.
En conjunto, el duelo de 1967 se considera una reliquia histórica: un enfrentamiento anacrónico que cerró simbólicamente la era de los duelos de honor en Francia. Su relevancia no reside solo en el hecho de haber sido el último, sino también en cómo reflejó la tensión entre la modernidad política y ciertos códigos de conducta heredados del pasado.
Conclusión
En conclusión, el último duelo oficial en Francia es una historia que nos hace reflexionar sobre la violencia y la muerte, y sobre la forma en que las sociedades han cambiado a lo largo del tiempo.
El duelo es una práctica que ya no se considera aceptable en la mayoría de los países, y se ha prohibido en muchos lugares. Sin embargo, la historia del último duelo oficial en Francia nos recuerda que la violencia y la muerte siempre han sido una parte de la condición humana, y que es importante aprender de la historia para evitar que se repitan los mismos errores.
En la actualidad, es importante promover la paz y la no violencia, y trabajar para crear un mundo en el que la violencia y la muerte no sean aceptadas como formas de resolver disputas. El último duelo oficial en Francia es un recordatorio de la importancia de la empathía y la comprensión, y de la necesidad de trabajar juntos para crear un mundo más pacífico y justo.
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