Ofiuco – El cazador de serpientes del zodiaco

Ofiuco – El cazador de serpientes del zodiaco

El zodiaco o constelaciones del zodiaco, es lo que se conoce a una banda de la esfera celeste que se desplaza ligeramente en el cielo. Dicha banda se divide en 12 partes iguales a las que se las conoce como los “signos zodiacales”.

Cada mes, las trayectorias del sol, la luna y los planetas pasan por los distintos sectores, y cada uno de esos sectores tiene en ella la constelación a la que debe su nombre: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario, Piscis.

El origen de Ofiuco

Este nombre viene del griego “zoodiakos” que significa “rueda de los animales”. En el zodiaco Chino – Japonés, estas constelaciones se las conoce por nombres de Animales, tal y como viene del nombre original griego y en este caso son: Rata, Buey, Tigre, Liebre, Dragón, Serpiente, Caballo, Cabra, Mono, Gallo, Perro y Jabalí (o Cerdo).

El 13r signo del Zodíaco

Pero esta tradición tan clara y tan aparentemente perfecta división en 30 grados de la esfera celeste vio cómo se tambaleaban sus cimientos cuando en 1995 Jacquline Mitoon, de la Real Sociedad de Astronomía británica anunció que por los efectos de precesión que sufre la tierra estos 12 signos en realidad eran 13. Una constelación hacia su aparición en escena y esa no era otra que Ofiuco.

Más concretamente, Ofiuco aparecería en el firmamento en 30 de Noviembre y se retiraría en 18 de Diciembre.

El cazado de Serpientes

Ofiuco (“Ophiuchus”), significa el portador de la serpiente, o “El cazador de Serpientes”.  En la mitología griega este signo hacía referencia al dios Asclepio (Esculapio para los romanos), y que fue el dios de la medicina y la curación.

En la mitología, Zeus mato a Asclepo con un rayo tras haber este resucitado a Hipólito. Resucitar mortales era algo usual para Asclepio, pero con lo que Zeus no estaba de acuerdo pues podría desestabilizar el orden del mundo, ni tampoco Hades, el dios de la muerte, que ordeno a Zeus que también acabara con él.

Tras su muerte ascendió a los cielos y se convirtió en la constelación de Serpentario u Ofiuco. La constelación está representada por el propio Asclepio sujetando con las manos a una serpiente. En la actualidad el propio símbolo de la organización mundial de la salud posee la Vara de Esculapio, asociada a este dios en su referencia romana.

Entre los resucitados por Asclepo se encontraba el famoso cazador Orión, de ahí que se diga que Ofiuco es la continuación de la leyenda de Orión y el Escorpión. Cuando en la mitología, el escorpión pico a Orión causándole la muerta, este último fue trasladado al cielo por los dioses, junto con el escorpión pero separados para que no se volvieran a encontrar.

Asclepio con sus poderes resucito al cazador, y este logro vengarse del escorpión que le había causado muerte en un primer lugar. Es por ello que en el firmamento, la constelación de orión cuando resurge por el este, la de escorpio desaparece por el oeste.

Posición y características de la constelación

Si dirigimos la vista hacia el cielo en las noches de verano, podemos distinguir a Ofiuco entre las constelaciones de Hércules y Sagitario, elevándose con un aire imponente y solemne. Ofiuco se despliega en el firmamento como una figura serpenteante, con su estrella más brillante, Rasalhague, situada en su “cabeza”, mientras el cuerpo de la serpiente envuelve esta imponente constelación.

Durante los meses de junio y julio, especialmente en latitudes más ecuatoriales, Ofiuco es visible en todo su esplendor, invitándonos a redescubrir una figura que, aunque omitida del zodiaco, guarda una conexión con lo desconocido y lo inexplorado. Esta constelación nos invita a mirar más allá de los límites tradicionales y explorar la vastedad del cosmos, recordándonos que incluso entre las estrellas, hay secretos aún por desvelar.

Significado y simbolismo

En una era donde ciencia y misticismo se entrelazan más que nunca, Ofiuco resurge como un símbolo de misterio y sabiduría. Aunque ignorado en el zodiaco convencional, su presencia como el “signo perdido” despierta un interés particular entre aquellos que buscan nuevos significados en los astros.

Más allá de su lugar en el cielo, Ofiuco representa un equilibrio casi olvidado entre la luz y la sombra, la ciencia y la magia. En la cultura popular moderna, vemos cómo el interés en Ofiuco se extiende desde la astrología hasta el arte y la literatura, donde aparece como un emblema de desafío y renovación, una figura que, en silencio, desafía el orden establecido.

Así, Ofiuco nos recuerda que el conocimiento, como las estrellas, nunca permanece estático, y que incluso aquello que parece fuera de lugar puede tener un propósito profundo y transformador.

 

Muchas son las historias y curiosas que unen el cielo y las estrellas con la mitología y los dioses griegos, y este solo es un ejemplo de muchos.

Como curiosidad anecdótica, decir que en el Videojuego Final Fantasy IX (del año 2000), se realiza una de las primeras referencias, donde aparece por primera vez la figura de la constelación de Ofiuco y además dentro ya de los signos del zodiaco (constituyendo trece), once años antes que esto se hiciera oficial, y que se consigue en forma de medalla (al igual que sus otras doce constelaciones).

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