¿Cuáles son los 7 pecados capitales?

Los pecados capitales y sus virtudes

El pecado capital, la manzana prohibida a la que el ser humano termina mordiendo. Tal y como le ocurriera a Eva al ser tentada por la serpiente en la que satanás se había convertido según la biblia. Pero no estamos hablando de un único pecado, sino de hasta siete pecados capitales.

Desde tiempos antiguos, las religiones, filosofías y mitologías han intentado dar forma al eterno combate interior del ser humano. Entre el instinto y la conciencia, entre el deseo y la razón, se alzan las grandes fuerzas que moldean nuestra conducta. De este enfrentamiento nacen los pecados capitales, considerados no solo como faltas morales, sino como raíces profundas de todo comportamiento destructivo.

Pero frente a cada exceso existe también un camino de contención, de virtud. A cada sombra le corresponde una luz. Por eso, junto a cada pecado capital, la tradición cristiana colocó una virtud cardinal o teologal que actúa como antídoto, como guía para restaurar el equilibrio del alma. La castidad, la templanza, la generosidad, la diligencia, la paciencia, la caridad y la humildad no son solo respuestas morales, sino caminos de transformación personal.

El origen del pecado capital

Se entiende como un pecado, a los vicios en los que puede terminar cayendo una persona, según el cristianismo. Por su parte el término “capital” se refiere a que estos mismos son el origen de todos los demás, y por tanto los más importantes, de ahí ser llamados pecados capitales o también vicios capitales.

Un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal. Santo Tomás de Aquino (II-II:153:4)

Los 7 pecados capitales

Pero esta lista de pecados capitales no tiene ningún registro histórico o escrito en el cual se atestigüe su existencia. Ni tan siquiera en la propia biblia está plasmada sus existencia, por lo que su creación se producido a través de otros escritos.

Actualmente 7 son los pecados capitales:

  1. Lujuria
  2. Gula
  3. Avaricia
  4. Pereza
  5. Ira
  6. Envidia
  7. Soberbia

Quien llevo a la consecución de estos 7 pecados capitales fue el papa San Gregorio (540-604), y esta ha sido mantenida desde entonces y aceptada por escritores y teólogos.

No hay que confundir los siete pecados capitales del cristianismo con los siete pecados abominables para Dios de acuerdo con la biblia, y que son:

Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que derrama mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.Proverbios 6:16-19

Los 8 pecados originales

Sin embargo todo comenzó con ocho pecados capitales. Este primer listado fue creado por el monje Evagrio Póntico y fue escrito en griego, aunque se conocían con el término vicio, y se consideraban como una lista de todo lo que se debía evitar para no generar cualquier palabra, pensamiento o acto impropio o impuro.

Se dividían en vicios de deseo y vicios irascibles (o pecados de deseo y pecados irascibles).

Vicios de deseo

  1. Ebriedad (Gula)
  2. Avaricia
  3. Lujuria
  4. Vanagloria (Envidia)

Vicios Irascibles

  1. Ira
  2. Tristeza
  3. Pereza
  4. Orgullo (Soberbia)

Años después, Juan Casiano, considerado uno de los padres de la iglesia, reformulo la lista de vicios y la convirtió en la primera lista de lo que se conocerían como pecados capitales.

Actualizo los términos con los que denominaba a los vicios del griego al latín y dejo de agruparlos en dos bloques para agruparlos todos en un mismo. Todos estos cambios se realizan dentro de sus normas conocidas como las Institutiones donde expone las obligaciones de un monje y los vicios contra los que debe ser precavido, y sus veinticuatro Collationes como complemento de las mismas, se puede obtener dicho listado de pecados.

Posteriormente, el papa San Gregorio lo reduciría y daría origen a los siete pecados capitales que se conocen actualmente. La tristeza fue eliminada del listado, aunque sería más correcto decir que fue incluido dentro de la pereza, puesto que se estableció que está era quien producía la tristeza, y por tanto ya no podía ser considerada como capital.

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¿Cuáles son los pecados capitales?

Lujuria

La lujuria es el pecado que se produce por el deseo sexual y los pensamientos lascivos, que se refleja en un deseo incontrolable. Dentro del cristianismo se considera el pecado de la lujuria como una desvirtuación del acto sexual distinto al de la reproducción. Actos como el adulterio o la violación son considerados actos de lujuria.

Proviene del latin luxuria, y del termino luxus, que significa abundancia. En la biblia se pueden encontrar algunas referencias al pecado de la lujuria, como el referenciado dentro de 1 Juan 2:16.

Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

Gula

La gula o glotonería, sería el pecado producido por el exceso de comida o bebida ingerida. El pecado de la gula se produce por el consumo excesivo de una forma irracional y sin control, desde comida, hasta alcohol o cualquier sustancia.

Proviene del propio término latín del mismo nombre gula. Dentro de la biblia es referenciado, entre otros puntos del texto, dentro de Proverbios 23:21

Porque el bebedor y el comilón empobrecerán,

Y el sueño hará vestir vestidos rotos.

Avaricia

La avaricia es el afán sin control por adquirir riquezas. Se considera un pecado de exceso, por el que se busca la obtención de bienes materiales por encima de cualquier otra cosa. El soborno o la traición podrían ser pecados incluidos dentro del pecado de la avaricia.

En latín, avaricia proviene de avaritia. Por su parte, dentro de la biblia se puede encontrar dentro Lucas 12:15

Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

Pereza

La pereza, es la falta de voluntad, tedio o descuido en realizar aquellas cosas de las que estamos obligados. El pecado de la pereza afecta principalmente al hecho de hacerse cargo de uno mismo de manera metafísica. Además produce un efecto negativo en todas las obligaciones que deben realizarse, ya sean espirituales o físicas. Es uno de los que más implicaciones y pecados genera como el ocio o la acedía, aunque su principal pecado generado es el antiguo octavo pecado capital, la tristeza.

Proviene del latín pigritia, aunque también es común utilizar el término acidia para referirse a la pereza. En la biblia aparece referenciado en 2 Tesalonicenses 3:11

Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno.

Ira

La ira, es un sentimiento de furia o indignación, que se puede a su vez ver reflejado en un deseo de venganza. El pecado de la ira posee una aparente naturaleza incontrolable, y como un reflejo de la negación a la verdad, la impaciencia, o el fanatismo. Dentro del pecado de la ira estarían incluidos otros como el odio o la intolerancia.

Proviene del propio término ira, en latín. Dentro de la biblia se encuentra referenciado en Proverbios 15:1

La blanda respuesta quita la ira;

Mas la palabra áspera hace subir el furor.

Envidia

La envidia, es un deseo o ansia por el bien ajeno, que puede generar tristeza, u odio incluso. Tiene un gran parecido con la avaricia, pero mientras que esta se basa en los bienes materiales propios, el pecado de la envidia es ocasionado por bienes materiales o inmateriales que otra persona tiene, y que son deseados.

En latín se denomina inividia a este término. Puede ser encontrado dentro de la biblia en 1 Pedro 2:1-2

Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,

Soberbia

La soberbia o también llamado el orgullo, es conocido como el más importante pecado capital. Es considerado como aquel del que nacen todos los demás pecados según la propia iglesia, pues significa la satisfacción y envanecimiento de la propia persona y el menosprecio a los demás. El pecado de la soberbia (pecado del orgullo) también podría considerarse como la creencia que no existe nada superior al YO, y que nada es capaz de superarlo. La envidia y la avaricia nacen muy ligadas a la soberbia en la idea de que uno mismo esté por encima de los demás de cualquier sentido. Otros pecados como la vanidad o la prepotencia, también son generados a raíz de la soberbia.

Los términos soberbia y orgullo, pese a referenciarse al mismo pecado, tienen ciertos matices a considerad. El termino orgullo proviene del término francés orgueil y aporta un cariz de ser disimulable e incluso apreciado según la situación, mientras que la soberbia procede del latín superbia y su cariz es del deseo de ser considerado superior al resto.

Si se busca una referencia en la biblia a la soberbia se puede encontrar en Proverbios 16:18

Antes del quebrantamiento es la soberbia,

Y antes de la caída la altivez de espíritu.

Las virtudes de los pecados capitales

Para contrarrestar este tipo de pecados, existen una serie virtudes, que son la facultad de controlar y superar lo que haría al ser humano caer en el pecado. Cada uno de los siete pecados capitales, tiene una virtud asociada a él en contraposición.

Castidad

La virtud contra la lujuria

La castidad no es simplemente la abstinencia del sexo, sino el ejercicio consciente del control sobre el deseo sexual, canalizándolo de forma ética, espiritual o amorosa. En la tradición cristiana, se entiende como la integración positiva de la sexualidad en la persona, respetando la dignidad del otro y de uno mismo. No es negación del cuerpo, sino dominio sobre los impulsos desordenados.

En otras culturas, como el budismo o el hinduismo, la castidad también se asocia a un camino hacia la elevación espiritual, ya que se cree que la energía sexual puede transmutarse en fuerza interior, concentración o iluminación.

Templanza

La virtud contra la gula

La templanza es la moderación en todos los placeres de los sentidos, especialmente en el comer y beber. No se trata de reprimir totalmente los placeres, sino de usar con sabiduría lo que se disfruta, manteniendo el cuerpo y la mente equilibrados. En la tradición clásica griega, era una de las cuatro virtudes cardinales, relacionada con el autocontrol y la prudencia.

Aristóteles la definía como la virtud que permite al individuo dominar sus pasiones y placeres. En el cristianismo se considera clave para mantener una vida saludable, sobria y alejada del egoísmo.

Generosidad

La virtud contra la avaricia

La generosidad no es solo dar cosas materiales, sino también tiempo, atención, escucha y comprensión. Es la capacidad de compartir con los demás lo que se tiene sin esperar recompensa, reconociendo que las posesiones no nos definen ni nos pertenecen en un sentido absoluto.

En muchas tradiciones espirituales, la generosidad es considerada una de las más altas formas de virtud, pues promueve la igualdad, la justicia y el amor desinteresado. Buda la consideraba el primer paso hacia la iluminación.

Diligencia

La virtud contra la pereza

La diligencia es el amor por el deber bien hecho. Se opone a la pereza no solo en términos de trabajo físico, sino también en cuanto al desarrollo espiritual, mental o moral. La persona diligente no solo cumple, sino que se entrega con constancia, compromiso y propósito a aquello que considera valioso.

Esta virtud cultiva la excelencia, evita la mediocridad y desarrolla la responsabilidad individual. En términos modernos, también se relaciona con la disciplina personal y la gestión del tiempo.

Paciencia

La virtud contra la ira

La paciencia es la fuerza que nos permite tolerar las adversidades sin perder el control emocional. Es un antídoto natural contra la ira, el odio y el rencor. Consiste en posponer el juicio, evitar la reacción impulsiva y actuar desde la razón o el corazón sereno.

En muchas filosofías orientales, la paciencia se considera un signo de gran sabiduría, ya que permite actuar con visión a largo plazo. En la Biblia, se considera una muestra de confianza en los tiempos de Dios.

Caridad

La virtud contra la envidia

La caridad no se refiere solo a la limosna, sino al amor incondicional y activo hacia los demás. Es la voluntad de actuar en favor del bien ajeno, incluso sacrificando intereses personales. Se opone a la envidia, porque no desea lo que el otro tiene, sino que se alegra del bien ajeno y busca el bienestar de todos.

En el cristianismo es la mayor de todas las virtudes, considerada sinónimo del amor divino manifestado en acciones humanas. San Pablo escribió: “La caridad nunca deja de ser”.

Humildad

La virtud contra la soberbia

La humildad no es negarse a uno mismo, sino reconocer con claridad quiénes somos, nuestras capacidades y limitaciones, sin vanagloria ni inferioridad. Se opone a la soberbia, que es el deseo desmedido de reconocimiento, poder o importancia.

La humildad permite aprender, servir, perdonar y crecer. Es la base de todas las demás virtudes, pues sin ella es difícil adquirir sabiduría o compasión. En muchas culturas, el sabio humilde es el ideal de plenitud humana.

Los demonios de los pecados capitales

Si son siete los pecados capitales, otros siete son los demonios que se asocian a dichos pecados. La asociación entre demonios y pecados, no fue realizada hasta 1589 por el obispo alemán Peter Binsfeld, basándose en los actos y referencias de cada uno de los demonios, el asocio al que debía ser su pecado correspondiente.

Asmodeo, el demonio de la lujuria

Un demonio que mata a cada hombre que se acerca a su amada antes de contraer matrimonio, y que es vencido por Tobías con la ayuda del arcángel Rafael.

Belcebú, el demonio de la gula

Deriva de “Ba’al Zvuv” que significa el señor de las moscas. Era un término utilizado por los hebreos hacia los adoradores de Baal porque estos ofrecían carne como sacrificio y la dejaban pudrir lo que hacía que el templo se infestara de moscas por la carne en descomposición.

Mammon, el demonio de la avaricia

Hijo de lucifer y príncipe del infierno. En la biblia suele ser referido como la forma misma de la riqueza y suele ser traducido como la propia palabra de dinero dentro de la misma.

Belfegor, el demonio de la pereza

Enviado a la tierra para comprobar si los humanos podían vivir en armonía o no. Comprobó que este hecho era imposible y que los humanos no estaban destinados a ello. Ayuda a las personas a crear invenciones y fue designado como tal porque dichas se derivan principalmente de la pereza.

Amon, el demonio de la ira

También llamado el ángel de la muerte, su nombre significa “Aquel que induce a la ira y asesinado”. Controla aquellos que han realizado un pacto con Satán, y envía a una de sus cuarenta legiones a su mando a cada uno de los pactos.

Leviatán, el demonio de la envidia

La bestia marina de satán y asociada a la serpiente. Era el encargado dentro del infierno, de encargarse de aquellos que eran castigados por la envidia y enviados allí.

Lucifer, el demonio de la soberbia

El señor del infierno y que se terminaría conociendo como satán o satanás. Originalmente Lucifer era un Arcángel del cielo, e hijo del propio Dios pero se revelo contra su padre queriendo ser como él y fue desterrado al considerándose el primero de los ángeles caídos. Su nombre en latín significa “el portador de la luz”, tras su destierro lo cambio por satanás que significa “adversario”). Su soberbia desato una guerra en el cielo, en la que casi una tercera parte de los ángeles caerían desterrados junto a él.

El arte y la cultura entorno al pecado capital

Existen multitud de referencias en la cultura antigua y moderna en la que se cita o aparecen los pecados capitales representados. Textos escritos, obras de arte, personajes de ficción o representaciones de los mismos.

Si hablamos del arte y la pintura, es de obligada referencia la citación del cuadro “La Mesa de los pecados capitales, de Jheronimus Bosch, más conocido como el bosco. Representa con detalle cada uno de los 7 pecados capitales en cada una de las secciones en las que se encuentra dividida la zona circular central del cuadro. Mientras que en los laterales se encuentran representadas las postrimerías: La muerte, el juicio, el infierno, y la gloria.

La mesa de los pecados capitales
La mesa de los pecados capitales

Otra representación, son los grabados de “Los siete pecados capitales” de Pieter Brueghel el viejo. Influenciado por la propia obra de “La mesa de los pecados capitales”. En ella el autor reflexiona sobre los vicios que acechan a los seres humanos, mediante paisajes y elementos de fantasía. Cada uno de los pecados dentro de los grabados es representado con un animal. A su vez cada grabado presenta una breve descripción en la parte inferior del mismo.

Una de las apariciones más importantes de los pecados es la que se produce dentro de la obra de Dante Alighieri en “La Divina Comedia”. Dentro de ella, el autor divide el purgatorio en 7 círculos y por cada uno de los distintos pecados capitales, los penitentes reciben un castigo distinto.

  1. Primer círculo: Orgullo
  2. Segundo circulo: Envidia
  3. Tercer circulo: Iracundos
  4. Cuatro circulo: Pereza
  5. Quinto circulo: Avaros y pródigos
  6. Sexto circulo: Gula
  7. Séptimo circulo: Lujuria

Para el teatro tampoco ha pasado desaperciba la figura de los vicios más importante del ser humano. Pedro calderón de la barca, fue uno de los mayores representantes de esto dentro su obra de teatro religiosa del, auto sacramental.

Si avanzamos en el tiempo, se pueden encontrar nuevas representaciones de estas figuras dentro de la televisión. Dentro de la serie de animación Full metal Alchemist se puede encontrar la figura de los homúnculos. Estos personajes son producto del mayor pecado dentro de la misma, la transmutación humana. El resultado fallido de esta son los homúnculos, creando 7 de estos personajes, cada uno con el nombre de un pecado capital.

En otra serie llamada The Seven Deadly Sins, en este caso la figura de los pecados no son figuras negativas dentro de la misma, sino protagonistas. Probablemente este es un caso aislado donde no se representa a este tipo de vicio como algo negativo, sino al contrario. Cada uno de los integrantes del grupo protagonista de “Los siete pecados capitales”, representa a uno de los pecados, siendo el de la ira el principal protagonista.

Analizando uno por uno todos los pecados dentro del arte y la cultura, las referencias serian probablemente incontables. Distintos autores y pintores de épocas diversas se han basado en este tipo de aspectos del ser humano para crear sus obras o sus textos, y muchos son los que quedan aún por venir.

Conclusión

Está es una historia, que está lejos de terminar, día a día, hora a hora, segundo a segundo, miles son las situaciones en los que dichos pecados forman parte del momento presente en distintas partes del mundo, de China, hasta Europa, las islas más recónditas del mundo, o los lugares más fríos de la tierra. El pecado siempre está presente, aunque su justicia es algo irónica, ya que pese a sacar lo peor del ser humano, se presentan ante todos por igual, sin excepciones, sin ricos ni pobres, poderosos o débiles, pues nadie está libre de pecado.

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