John Rackham – La leyenda del pirata Calicó Jack
John Rackham, más conocido como Calico Jack, fue un destacado pirata inglés del siglo XVIII. Su apodo proviene de su preferencia por la ropa hecha de calicó, un tipo de tela de algodón. Nacido en 1682, Rackham se convirtió en uno de los piratas más reconocidos de su época, navegando principalmente por el Caribe. Aunque su carrera pirata fue relativamente corta, su legado perdura gracias a su audacia y su peculiar estilo.
Rackham es famoso no solo por sus hazañas en el mar, sino también por su tripulación, que incluía a las infames mujeres piratas Anne Bonny y Mary Read. Estas dos mujeres desafiaron las normas de género de la época, luchando codo a codo con los hombres y ganándose una reputación feroz. Bajo el liderazgo de Rackham, la tripulación capturó numerosos barcos, acumulando tesoros y extendiendo su notoriedad por las aguas del Caribe.
Primeros años y ascenso en la piratería
Contramaestre bajo el mando de Charles Vane
Antes de alcanzar el rango de capitán, Rackham sirvió como contramaestre bajo el mando del infame pirata Charles Vane. Durante una confrontación con un buque de guerra francés, Vane optó por retirarse debido a la desventaja en armamento, decisión que fue mal recibida por parte de la tripulación. Rackham, junto con otros miembros descontentos, lideró un motín que resultó en la destitución de Vane y la elección de Rackham como nuevo capitán del bergantín Ranger.
Primeras incursiones como capitán
Bajo su nuevo liderazgo, Rackham y su tripulación llevaron a cabo múltiples ataques exitosos en las Indias Occidentales, enfocándose en pequeñas embarcaciones comerciales en áreas como Jamaica, el Paso de los Vientos, las Islas de Barlovento y Cuba. Uno de sus golpes más notables fue la captura del bergantín Kingston en la costa jamaicana, una embarcación cargada de riquezas. Sin embargo, esta victoria atrajo la atención de los mercaderes de Port Royal, quienes enviaron cazadores de piratas tras ellos. La tripulación de Rackham fue sorprendida en la Isla de Pinos, Cuba, perdiendo el Kingston y su tesoro al ser atacados mientras se refugiaban en la selva.
Relación con Anne Bonny y retorno a la piratería
Encuentro y romance en Nueva Providencia
Tras estos eventos, Rackham buscó el Perdón Real del gobernador de las Bahamas, Woodes Rogers, y se estableció en Nueva Providencia. Allí conoció a Anne Bonny, una mujer de fuerte carácter y casada en ese momento con James Bonny. Rackham y Anne iniciaron una relación apasionada, lo que llevó al gobernador a amenazar con castigar a Anne por adulterio. Para evitar el castigo, la pareja reunió una tripulación, robó un balandro y retomó la vida pirata. Anne se disfrazó de hombre, adoptando el nombre de Adam Bonny, para evitar conflictos con la supersticiosa tripulación que consideraba mala suerte tener mujeres a bordo.
Incorporación de Mary Read a la tripulación
Durante sus incursiones, capturaron un barco que contaba entre su tripulación con Mary Read, quien también se disfrazaba de hombre. Mary se unió a la tripulación de Rackham, y junto con Anne Bonny, se destacaron por su valentía y habilidades en combate, desafiando las normas de género de la época y ganándose el respeto de sus compañeros piratas.
Captura y ejecución
Persecución y arresto
La notoriedad de Rackham y su tripulación llevó al gobernador de Jamaica, Nicholas Lawes, a enviar al cazador de piratas Jonathan Barnet para capturarlos. En octubre de 1720, Barnet sorprendió al grupo en la bahía de Dry Harbour, Jamaica, mientras la mayoría de la tripulación estaba embriagada. Se dice que solo Anne Bonny y Mary Read ofrecieron resistencia activa durante el enfrentamiento.
Juicio y condena
Rackham y su tripulación fueron llevados a juicio en Spanish Town, Jamaica, el 16 de noviembre de 1720. Fueron declarados culpables de piratería y condenados a la horca. El 18 de noviembre de 1720, Rackham fue ejecutado en Port Royal. Su cuerpo fue embreado y exhibido en una jaula en un cayo cercano, que desde entonces se conoce como «Cayo Rackham», como advertencia para otros piratas.
Destino de Anne Bonny y Mary Read
Anne Bonny y Mary Read evitaron la ejecución inmediata al declarar que estaban embarazadas, lo que llevó a una suspensión temporal de sus sentencias. Mary Read falleció en prisión, posiblemente debido a complicaciones relacionadas con el parto o por fiebre. El destino final de Anne Bonny es incierto; algunas teorías sugieren que su padre, influyente y adinerado, pudo haber intervenido para asegurar su liberación, tras lo cual podría haber llevado una vida anónima.
Influencia en la literatura y el entretenimiento
La figura de Calico Jack ha sido una fuente de inspiración en numerosas obras de ficción, novelas, películas y videojuegos. Su vida y hazañas han servido como base para la construcción del arquetipo clásico del pirata romántico y audaz.
Literatura: Rackham aparece en diversas novelas históricas y de aventuras, incluyendo algunas versiones de La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, donde su vida sirve de inspiración para los piratas ficticios.
Cine y televisión: Su personaje ha sido representado en varias producciones cinematográficas y series de televisión, incluyendo Black Sails, donde su imagen es recreada con un toque moderno y realista.
Videojuegos: Su icónica bandera aparece en títulos como Assassin’s Creed IV: Black Flag, donde es referenciado como una de las leyendas de la piratería.
Cultura popular: Su imagen ha sido adoptada por bandas de música, marcas de ron y productos de entretenimiento que evocan la era dorada de la piratería.
Influencia en la piratería y el código de conducta pirata
Si bien Calico Jack no fue tan influyente como otros piratas en la creación del Código de los Hermanos de la Costa, sus tácticas de liderazgo y su actitud más permisiva con la tripulación dejaron huella en la historia de la piratería. A diferencia de otros capitanes, Rackham era menos autoritario y se dice que tenía una relación más cercana con sus marineros, algo que también facilitó su motín contra Charles Vane.
Además, su decisión de incluir mujeres en su tripulación marcó un precedente poco común en la piratería de la época. Aunque las normas piratas no prohibían explícitamente la presencia de mujeres en los barcos, era una práctica rara debido a la superstición de que traían mala suerte a bordo. Sin embargo, con Anne Bonny y Mary Read, Rackham demostró que las mujeres podían ser tan letales como los hombres en alta mar.
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