Escorpio – Constelaciones del zodiaco
La constelación de Escorpio es la octava de las constelaciones del zodiaco, y una de las primeras descubiertas por Ptolomeo en su estudio de las estrellas. Se trata de una de las constelaciones más destacadas de todo el firmamento, no solamente por su antigüedad, sino también por la magnitud de sus estrellas, sus cuerpos celestes, y también por la facilidad de observación desde la tierra.
Tiempo atrás estaba unido a la constelación de libra, debido a que las estrellas principales de esta constelación, formaban lo que se conocía como “las pinzas del escorpión”. Fue a partir del imperio Romano donde llego la separación, y cada una formo una independiente.
Su estrella principal es Antares, el corazón del escorpión, una de las más importantes del firmamento y la decimosexta en brillo dentro del cielo nocturno. Además forma parte de las cuatro estrellas principales o “reales”, junto Régulo de la constelación de Leo, Fomalhau y Aldebarán de la constelación de Tauro.
Su mitología está relacionada con nada más y nada menos que la leyenda Orión, de la mitología griega. Sin embargo esta constelación ya estaba asociada a este animal desde tiempos de la antigua Mesopotamia.
Escorpio
Escorpio, el temible escorpión del cielo que termino con la vida de Orión. Razón por la que ambas constelaciones están precisamente cada una en extremo del cielo nocturno.
Pese a que el mito puede tener alguna variación, en todos ellos se relata la batalla entre un escorpión, y el gigante Orión, y en todos ellos se termina con la muerte de este último. Lo único que se diferencia es el origen de la batalla.
Pese a ello el origen es mesopotámico, siendo estos los primeros en referenciarla en las tabillas de Mul-Apin en Asiria, durante el VII a.c. Esta constelación representaba para el pueblo mesopotámico a la diosa Ishhara, la diosa del amor semita.
En cuanto a su relación con Libra no existe realmente ninguna historia o mito que las una o relacione, por lo que lo único que se conoce es que los romanos las separaron para tratar de formar la figura de Julio Cesar en el cielo, utilizando las estrellas principales de Libra. Una vez concluido el reinado de este imperio, jamás se recuperó la forma original de la misma, y terminaron formándose dos constelaciones distintas.
La constelación de Escorpio
Aparece en el firmamento como signo zodiacal desde el 24 de Octubre al 22 de Noviembre, según el calendario babilónico que da origen a la ordenación de los signos del zodiaco. Con el tiempo, y debido al movimiento de los equinoccios, las fechas en las que aparece como signo del zodiaco han variado y ahora se sitúa entre el 23 de Noviembre y el 29 de Noviembre.
Es curioso el hecho que pese a ser una de las constelaciones más fácilmente observables desde la tierra, y una de las más importantes de todo el firmamento (quizás junto a su acérrimo enemigo, Orión), según los nuevos calendarios es la constelación que menor tiempo está en la intersección de la tierra, el sol, y ella misma.
Como ya se ha dicho, la constelación de Scorpius es una de las más destacables. 24 de sus estrellas forman la figura que da forma al alacrán. Además presenta la media de estrella con mayor magnitud de todas las constelaciones existentes, debido a que gran parte de las mismas tienen una magnitud alrededor de 3 y 4.
Al estar muy próximo al ecuador de la Vía Láctea, también cuenta con un gran número de objetos del cielo profundo, como cúmulos globales, cúmulos abiertos y nebulosas que la hacen aún más brillante. Algunos de los más destacables serian M4 (NGC 6121), el Cúmulo de la Mariposa y la Nebulosa Insecto. También cuenta con un Exoplaneta, Matusalén.
Respecto a sus estrellas y constelaciones limítrofes, en la parte este se encuentro Virgo, desde su separación hace solo unos miles de años, también se puede encontrar a Corona Australis. Al oeste se encuentra Sagitario, su sucesora como constelación del zodiaco. Al norte aparece una de las más recientes constelaciones y la más reciente del zodiaco, Ofiuco. Finalmente al sur se encuentran El altar (Ara) y Norma, Lupus y el lobo.
El mito de Escorpio
Para hablar del mito de Escorpio, hay que hacerlo a la vez del mito de Orión.
Orión era un cazador gigante, hijo de Euríale, una de las gorgonas y Poseidón, el dios del mar. Según la mitología, este se enamoró de la diosa Artemis (La Luna), hija de Zeus. En una noche que Artemis se encontraba cazando, Orión trato de conquistarla, y viendo que no lo lograba trato de violarla. Tratando de zafarse del gigante y salvarse, Artemis pidió ayuda y está llego en forma de Escorpión. El animal pico a al gigante Orión, hiriéndolo de muerte.
Como recompensa por su servicio, y tal y como la propia Artemis solicito, Zeus decidió poner al escorpión en el cielo. Eso sí, justo en el lado contrario en el que se encuentra la constelación de Orión, para que no siguieran combatiendo. En el propio ciclo de las estrellas, la constelación de Orión comienza a menguar su brillo justo en el momento en el que la constelación de Escorpio comienza a hacer acto de presencia.
Si bien esta es la historia que mayor calado ha tenido, existen otras alrededor de este mismo mito. Estas apuntan a que el escorpión fue enviado por Gea, debido a que el gigante había perdido la razón y se había propuesto terminar con todos y cada uno de los seres vivos. Pensando que era un animal inofensivo y menospreciando su poder, ignoro al escorpión hasta que este le hubo picado y ya fue demasiado tarde. En esta misma historia se considera que la propia Gea es la madre de Orión.
En otras culturas como la mesopotámica también está referenciada. Como se ha nombrado con anterioridad, la primera referencia a esta constelación aparece en las tabillas de Mul-Apin. Representaba a la diosa Ishhara, y era muy importante en las regiones de Anatolia, y entre el pueblo de los hurritas. Si bien no es conocido porque se relaciona dicha diosa con el escorpión, ya que la primera constancia de dicha relación es durante la época Cassita, donde se trató de asignar a cada dios, con un símbolo. Pero no es conocido si esta relación venia de antes.
Su primer nombre, ya referenciado dentro de las tabillas, es el de gir2-tab, que significa en el lenguaje sumerio arcaico “escorpión”, y cuyos símbolos se podían también traducir como “la criatura con una picadura ardiente”.
Por otra parte, es una de las pocas constelaciones que aparecen mencionadas en la biblia.
Como ya se comentó al describir la constelación de Virgo, existe el curioso caso, de que no hay ningún tipo de mito, historia o relación de porque esta formaba en un primer momento parte de la constelación de Escorpio, siendo “las pinzas del alacrán”.
Estrellas principales de Escorpio
La estrella principal de Escorpio es α Scorpii, más conocida como Antares, la más brillante y de mayor magnitud de toda la constelación, estando dentro de las 20 estrellas más brillantes del cielo.
La estrella Antares proviene del griego Άντάρης, y significa “el rival de Ares”. Esto es debido al color de la estrella, rojo y que por tanto rivalizaba en el cielo con el planeta Marte (del griego, Ares). Incluso es habitual que ambas pasen muy próximas la una a la otra. Por su parte en árabe es conocida como Kalb al Akrab, que significa “el corazón del escorpión”. Ni que decir tiene que el motivo es por su posición dentro de la constelación.
Tuvo una gran importancia dentro del antiguo egipcio, dado que marcaba la salida del sol en el equinoccio otoñal, debido a esto muchos de sus templos están orientados para que la luz de la estrella esté presente en los rituales que se realizaban.
Está considerada como una de las estrellas reales o principales de la antigua Persia. Y es por todo ello, una de las más importantes de las estrellas descubiertas hasta el momento.
Respecto a su composición y características, se trata de una supergigante de color rojo y de magnitud aparente 1,09. Si la comparamos con el sol, es tan grande que llegaría hasta prácticamente Júpiter. Se encuentra a 550 años luz y su luminosidad es 10.000 veces la del sol, teniendo una masa 15 veces superior. Debido a su gran tamaño y su color rojizo podría estar próxima a su fin, y generar una explosión (o supernova) de consecuencia inimaginables, dada su magnitud, llegando a poder generar un agujero negro.
Antares es un sistema binario, que cuenta con una segunda estrella, Antares B, muy próxima a la principal. Se trata de una estrella de color blanco azulado, y de magnitud 5,5 y debido a que es más de 300 veces inferior en cuanto a luminosidad a su compañera, es difícilmente observable, tanto que fue descubierta hace solamente 200 años.
La segunda estrella por importancia de Escorpio es Acrab o β Scorpii. También conocida como “el alacrán”, del árabe Al Aqrab. También es conocida como Graffias (“la pinza”, en griego).
Se trata de un sistema de estrellas quíntuple aunque destacan dos de ellas sobre las otras, dos estrellas azules de magnitud 2,6 y 4,9 y que se encuentran a 530 años luz de la tierra.
Sin embargo Acrab no es la segunda estrella en cuanto a magnitud dentro de Escorpio, ese honor recae en λ Scorpii o Shaula.
La estrella Shaula es la segunda estrella más brillante de escorpio. Aunque su designación Bayer no se corresponda con su entidad, la estrella λ Scorpii presenta una magnitud de 1,62. Es tal su magnitud que es una de las 25 estrellas más brillantes, siendo su luminosidad 6.000 veces la del sol. Su nombre proviene de árabe al-šawlā que significa “la cola levantada”, debido a que se encuentra en la cola del escorpión.
Al igual que Acrab, es un sistema múltiple de estrellas, aunque en este caso son 3. Por su parte la propia λ Scorpii A (la principal de las tres), es un sistema estelar triple, del tipo subgigante azul.
Siguiendo de nuevo la denominación Bayer, la correspondiente δ Scorpii es Dschubba. Su nombre proviene también del árabe Al Jabhah y significa “la frente”. Con una magnitud de 2,32 pero que en los últimos años ha ido convirtiéndose en más brillante hasta alcanzar los 2,1 actuales. Lo increíble es que ese cambio ha ocurrido en tan solo 8 años (de 2000 a 2008), un tiempo ínfimo, si de la vida de una estrella se trata. Este fenómeno se conoce como estrella Be. Estrellas que se rodean de gas (hidrógeno) eyectado por un disco circunestelar, originado por la pérdida de masa y la rotación y que hace que aumente su brillo aparente.
En este caso no es una estrella triple, ni quíntuple, sino cuádruple y cuyo componente principal es una subgigante azul, que se encuentra a unos 408 años luz.
A continuación ε Scorpii, la cuarta en magnitud con 2,29. Se la conoce también como Wei (“la cola”), originario del chino, debido a que formaba parte de una constelación china en la antigüedad.
Se encuentra a tan solo 65 años del sistema solar y es una gigante naranja tan solo (si la comparamos con algunas de sus predecesoras) 72 veces más luminosa que el sol.
A destacar también Sargas, que de la misma forma que ocurre con Shaula, pese a su denominación, θ Scorpii es la tercera estrella más brillante de escorpio. Con una magnitud de 1,86, su nombre proviene del sumerio y significa literalmente “el escorpión” y también se la conoce con el nombre Girtab. Se encuentra a 270 años luz y se trata de una gigante blanco-amarilla, siendo 960 veces más brillante que el sol.
Finalmente otras estrellas destacas de Escorpio serían y por clasificación Bayer:
- ζ1 Scorpii. Una estrella de magnitud 4,77 de tipo supergigante azul.
- η Scorpii. Una estrella de magnitud 3,3 y a tan solo 72 años luz.
- ι1 Scorpii y ι2 Scorpii. Pese a compartir denominación son dos estrellas totalmente distintas. Una supergigante amarilla de 3,02 de magnitud y una supergigante blanca de 4,78 respectivamente.
- κ Scorpii, también llamada Girtab. De magnitud 2,39 (la sexta más brillante de la constelación). También se la denomina Sargas, compartiendo ambas los dos nombres.
El cielo profundo de Escorpio
La constelación de Escorpio no es solamente una sucesión de estrellas de grandes magnitudes y mucha historia, sino que también tiene una gran cantidad de otros objetos celestes que han captado la atención de historiadores, curiosos y científicos.
En primer lugar, existe un exoplaneta, de nombre PSR B1620-26, también llamado Matusalén. Se trata del exoplaneta más antiguo encontrado hasta la fecha, con más de 12.700 millones de años (de ahí su nombre). Sin embargo no es un planeta tradicional, ya que no orbita alrededor de una estrella, sino alrededor de un púlsar. Ambos se encuentran dentro de uno de los cúmulos globulares, el M4.
El propio cúmulo M4, posee algunos de los objetos celestes más antiguos de toda la vía láctea con una media de edad de 13.000 millones de años, principalmente enanas blancas.
Además de M4, existen otros cúmulos importantes dentro de la constelación como el M6, también conocido como Cúmulo de Mariposa, por la forma que sus estrellas (alrededor de 80) adoptan en el cielo y que recuerda a una mariposa con las alas abiertas, con una magnitud de 4,2. El M7, llamado Cúmulo de Ptolomeo o Cola del Escorpión, en honor a Ptolomeo que lo describió como “la nebulosa que sigue a la picadura del Escorpión”. Su magnitud es de 3,3. Finalmente está el M80, con más de 100.000 estrellas, siendo uno de los más densos conocidos, pero con una densidad de tan solo 7,7.
También existen una serie de nebulosas, algunas muy importantes como:
- NGC 6302, llamada Nebulosa Insecto, una de las más complejas conocidas, con una estrella principal con una temperatura superior a los 200.000 K.
- IRAS 17150-3224, más conocida como Nebulosa Algodón de Azúcar, que está en proceso de convertirse en nebulosa Planetaria.
- NGC 6334, también llamada Nebulosa Garra de Gato o Pata de Gato, con una zona más brillante con estrellas más jóvenes, y la parte inferior de la misma forma por estrellas con más edad menos brillante.
- NGC 6357, la Nebulosa Guerra y Paz, donde se encuentra la estrella Pismis 24-1, que está considerada la estrella más grande de toda la vía láctea.
Scorpius
¿Quién dijo que el tamaño importaba? Recordando a la historia de la biblia sobre David y Goliat, en este caso un Escorpión fue capaz de derrotar al que probablemente uno de los mayores y más fuertes cazadores de toda la mitología griega, Orión. Y no se puede decir que tan siquiera fuera un combate justo, porque sea la forma en la que sea contado el mito, en todas y cada una de ellas, el animal es claro vencedor de la batalla, sin dar opción al gigante.
Tal es la superioridad, que incluso hoy, en el cielo donde se encuentran ambos, deben de estar separados por millones de años luz de distancia, porque si no… quien sabe lo que podría ocurrir
Sendas del Viento. Historias y personajes que pudiste oír, pero nunca llegaste a escuchar.