Damon y Pitias – La verdadera amistad
Esta es la historia de dos personas que confiaron la una en la otra con todo su ser. Por las que la palabra amistad tiene sentido y no es un simple gesto de aceptación o una palabra tras otras en una vacía conversación.
Damon y Pitias son la representación de lo que se diría una verdadera amistad. Una en la cual eres capaz de confiar tu vida en manos de otra persona, y que esa misma confianza es la que te hace seguir adelante sin flaquear ni un solo momento.
La leyenda griega de Damon y Pitias
Damon y Pitias (Pythias) eran mejores amigos ya desde su infancia. Confiaban el uno en el otro como hermanos y no había nada que no pudieran hacer por el otro. Como bien fue puesto a prueba.
Eran filósofos pitagóricos que vivieron alrededor del siglo IV en Sicilia, época en la que era rey Dionisio I. Este rey también era conocido como Dionisio I de Siracusa, Dionisio el viejo, o uno de los tiranos de Siracusa. Y es el mismo que dio lugar a la conocida historia de la espada de Damocles.
Pitias estaba dando en su ciudad una serie de discursos. En ellos el joven abogaba por que ningún tirano era un rey digno, y que ningún hombre debía tener un poder ilimitado como al que hasta ahora tenían los reyes de Siracusa.
Indignado ante esto, y que el joven no pensaba cambiar su palabra pues en sus propias palabras “Decía solamente la verdad”, el rey termino por terminar de manera tajante la situación. Condeno a Pitias a muerte por conspiración contra el rey. Creyendo que este le suplicaría por su vida, en lugar de esto dijo que “no se arrepentía de nada”. Su única petición era que le dejaran volver a su hogar para despedirse de su mujer y poner en orden su vida familiar antes de morir.
El rey no se fiaba de dejarle libre. En este instante su amigo Damon salió al paso de la conversación y se ofreció a esperar como prisionero en lugar de su amigo, y a ser ejecutado si este no volvía en el plazo acordado. Confiaba tan ciegamente en su amistad, que le dijo al rey que no habría problema, debido a que este volvería antes de que terminaran con su vida. Finalmente el rey acepto la propuesta y asintió.
Pasados unos días de la marcha de Pitias, Dionisio se acercó por la cárcel donde se encontraba Damon. Buscaba ver si este había caído en la desolación al ver que su amigo no volvía. Sin embargo se encontró lo contrario. Confiaba totalmente en que este volvería, y el motivo que le había impedido ya llegar, era simplemente una causa de fuera mayor, pero que llegaría antes de que le mataran.
Llego el día de la ejecución y Damon fue llevado al lugar donde se había fijado la misma. Dionisio le recibió riendo y burlándose, pero de nuevo encontró una respuesta que no esperaba.
- ¿Qué piensas de él ahora?
- Es mi amigo, confío en él
En ese mismo momento las puertas se abrieron y apareció Pitias. Exhausto, con la ropa rota y herido, pero tal y como había prometido, antes de la hora de la ejecución. Al parecer según conto a su amigo, su barco había sido hundido en una tormenta, y posteriormente unos bandidos le atacaran cuando a duras penas volvía caminando hasta Siracusa. Pero ni esto le había detenido de llegar a donde debía estar y cumplir su sentencia de muerte.
El Rey Dionisio, se quedó atónito, llegando a llorar ante la muestra de amistad que acababa de presenciar entre los dos amigos. Tuvo que rendirse a la evidencia de lo que acababa de presenciar y conmovido todavía, revoco la sentencia que condenaba al joven Pitias a muerte.
Tras esto, pidió a los jóvenes que por favor le enseñaran ese significado de la amistad, y que les permitiera ser el tercero de ellos. Pero estos se negaron a aceptar a Dionisio como amigo.
Es por ello que empezando durante el renacimiento y hasta el momento presente, esta historia se hizo eco en muchos escritores y personajes de la época. Primero en 1564 dio origen a una tragicomedia del mismo nombre interpretada por el poeta Richard Edwardes. Autores de la talla de Charles Dickens hacían alusión a ella en su libro Escenas de la vida de Londres, en 1840. O más recientemente en 2003 donde el estudio Disney con la película Simbad hacia clara alusión también a esta historia, por lo que acontecía en la película, como por el lugar donde se desarrollaba parte de ella, en Siracusa.