Howell Davis – El mayor pirata galés
No todos los piratas se forjaron a golpe de sable y ron. Algunos, como Howell Davis, prefirieron el disfraz a la violencia, la estrategia al abordaje. Su historia no es la de un corsario común, sino la de un hombre que navegó entre la diplomacia y el engaño para escribir su nombre –aunque brevemente– en las aguas del Atlántico.
En apenas once meses de actividad, este pirata galés logró capturar decenas de barcos, infiltrarse en fortalezas custodiadas por cañones, y reclutar a quien después se convertiría en el pirata más temido de la historia: Bartholomew Roberts.
Pero, ¿quién era realmente Howell Davis? ¿Cómo pasó de oficial mercante a capitán de un navío pirata? ¿Y por qué su historia sigue resonando entre los relatos del mar, como una nota disonante entre tanto cañonazo?
Hoy desenterramos su figura para comprender cómo un hombre con ingenio pudo conquistar mares sin apenas disparar una bala.
¿Quién era Howell Davis?
Howell Davis fue un célebre pirata galés que operó en el Atlántico durante el siglo XVIII. Nacido en Milford Haven, Gales, en 1690, Davis se convirtió en uno de los piratas más ingeniosos y respetados de su tiempo.
Antes de embarcarse en la piratería, trabajó como oficial en barcos mercantes, lo que le proporcionó un conocimiento detallado de la navegación y las rutas comerciales.
Su carrera como pirata comenzó en 1718, cuando fue capturado por el pirata inglés Edward England, quien lo persuadió para unirse a su tripulación. En lugar de resistirse, se unió a ellos y rápidamente demostró ser un líder capaz.
Su primer gran logro fue tomar el control de un bergantín llamado «Saint James», que rebautizó como «Buck». Desde esta nave, Davis lanzó una serie de exitosas incursiones en las islas del Caribe, lo que le permitió consolidar su reputación y atraer a más seguidores a su causa.
La astucia y el carisma de Howell Davis lo distinguieron entre sus pares. Fue conocido por sus estrategias ingeniosas y su habilidad para engañar a sus enemigos, muchas veces utilizando disfraces y banderas falsas para abordar barcos sin violencia.
La captura de la isla de Príncipe y su muerte
Corría el mes de junio de 1719, y la tripulación de Davis ponía rumbo a la isla de Príncipe, una pequeña colonia portuguesa frente a las costas del Golfo de Guinea. Davis, fiel a su estilo, ideó un plan para infiltrarse: fingiría ser un capitán de la Royal Navy, cazador de piratas, y solicitaría audiencia con el gobernador de la isla. Con su carisma habitual, esperaba que le abrieran las puertas del fuerte… y una vez dentro, tomarlo por sorpresa.
Pero esta vez, la mentira no coló.
El gobernador portugués, escéptico, fingió aceptar la visita. Preparó una emboscada. Y cuando Davis, confiado, pisó tierra para iniciar la supuesta negociación, fue recibido por una lluvia de balas. Cayó herido, y no hubo rescate posible. Su tripulación, impotente, no tuvo otra opción que huir.
Así terminó la vida del pirata del engaño, en una traición tan fría como los aceros que portaba. Su muerte no solo puso fin a una de las carreras más brillantes —y breves— de la piratería atlántica, sino que también marcó el inicio del ascenso de su protegido, Bartholomew Roberts, quien recogería su legado y lo llevaría mucho más allá.
Alianzas piratas de Howell Davis
Durante su breve pero notable carrera, Howell Davis estableció alianzas con otros piratas legendarios, como Bartholomew Roberts, quien más tarde se convertiría en uno de los piratas más infames de la historia.
Otro personaje notable en la vida de Davis fue Edward England, un pirata irlandés con quien compartió aventuras en las aguas del Caribe. Aunque sus encuentros fueron breves, Davis y England colaboraron en varios ataques, consolidando sus reputaciones como temidos piratas. La alianza entre Davis y England fue un ejemplo de las redes de cooperación que existían entre los piratas de la época, permitiéndoles enfrentarse a las poderosas armadas europeas. Esta colaboración es un testimonio de cómo Davis pudo forjar alianzas estratégicas para fortalecer su posición en el mundo pirata.
Además de sus interacciones con Roberts y England, Davis también tuvo encuentros con Charles Vane, otro infame pirata inglés.
Aunque no trabajaron juntos durante mucho tiempo, su breve asociación dejó una marca en la historia de la piratería. Vane, conocido por su temperamento volátil y tácticas agresivas, compartía con Davis una filosofía similar de desafío a la autoridad. Esta breve alianza entre Davis y Vane destaca cómo los piratas de la época compartían un código común, a menudo uniendo fuerzas para resistir el control colonial. La interacción de Davis con estos personajes históricos subraya su habilidad para navegar no solo las aguas del Caribe, sino también las complejas relaciones sociales de la piratería.
Impacto en la vida pirata
El impacto de Howell Davis en la piratería del siglo XVIII es innegable. Su capacidad para combinar audacia con inteligencia lo convirtió en una figura destacada entre los piratas de su época. A pesar de su corta vida, su historia continúa fascinando a historiadores y entusiastas de la piratería. Davis no solo dejó una marca en la historia marítima, sino que también contribuyó a la rica tradición de la piratería en el Atlántico, influenciando las tácticas y la cultura pirata que persistieron durante años.
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