El Ave Fénix
Esta ave tiene distintos nombres dependiendo el lugar del mundo en el que nos encontremos. Para los chinos tiene el nombre de Fenghuang. Este animal es uno de los que forma el sistema del Feng Shui junto con el Dragón, la Tortuga y la Serpiente. En la mitología china simboliza la virtud y gracia, y es la unión entre el yin y el yang.
El fénix chino no tiene conexión directa con el occidental por eso en su historia no existe conexión con la leyenda de su resurrección cada 500 años, entre otras. Se cree que el ave fénix, según la tradición cristiana, fue el único animal del Edén capaz de resistir la tentación y que por ello se ganó la eternidad. El ave hacía un nido donde empollaba un huevo por tres días. Al tercero el Fénix se quemaba por completo y resurgía del huevo.
En el antiguo Egipto, se le conocía como Bennu, donde se decía que esta ave aparecía cada 500 años en Heliópolis, llevando sobre sí mismo el cadáver de su padre y lo depositaba en la puerta del templo del Sol. Para los griegos posteriormente fue conocido como Phoenicoperus.
También se puede encontrar en otras culturas como la japonesa, donde se le conoce como Ho-oo. Por ejemplo podemos encontrar a esta ave mencionada en la serie de animación Pokémon y que está representado como Ho-oh, el número 250. En la mexicana (Aztecas, Mayas y Toltecas) donde era Quetzal y en la hindú era Garuda.
Si bien en cada una de las culturas occidentales tiene su mitología, sus historias, e incluso la forma y colores del ave algo que comparten todas es que simboliza la inmortalidad y la resurrección. Ya según los mitos de distintas culturas, tenía características especiales como el control del fuego, o que sus lágrimas eran curativas. También forma parte del simbolismo de la alquimia debido a la resurrección a través del fuego.
Al igual que ocurre con Sleipnir y cualquier ser nacido de la mitología, todo son historias y leyendas. En nuestra mano esta creer en ellas, en su simbología y que alguna vez realmente existieron.
Sendas del Viento. Historias y personajes que pudiste oír, pero nunca llegaste a escuchar.
